La ministra de Medio Ambiente y Agua, Alexandra Moreira, indicó que se necesita más de 800 millones de dólares para recuperar el lago Poopó,
Explicó que existe un proyecto, financiado por la Unión Europea (UE), para atender al lago orureño y que, en el marco, se pudo identificar que se necesita dicha cantidad de dinero para recuperarlo.
“Hasta la fecha ya se han invertido cerca a 8 millones de euros con este programa del lago Poopó, pero nosotros hemos identificado, a través de este plan de la cuenca, que se necesitan más de 800 millones de dólares para poder realmente recuperar el lago Poopó”, dijo Moreira.
El cambio climático, el desvío de ríos, la contaminación y otros factores produjeron que el Poopó haya quedado prácticamente seco. El gobernador orureño, Víctor Hugo Vásquez, señaló que en un sobrevuelo se pudo comprobar que sólo queda un “charco” de lo que fue el lago.
Entre tanto en la comunidad Llapallapani del pueblo Uru del desaparecido lago Poopó del departamento de Oruro, los originarios pasaron de ser pescadores a hacer adobes para subsistir, informó a Erbol el corregidor de esa población, Adrián Quispe.
“Nosotros nos estamos dedicando a hacer trabajos eventuales, hacemos adobes, otros trabajan al día como albañiles y a otras actividades también se dedican porque ya no hay lago, antes pues pescábamos pejerrey ahora no hay nada todo se ha muerto: los peces, las aves, las plantas, el lago se ha muerto”, declaró el dirigente originario.
Cada adobe se vende a un boliviano en la feria de Huari. Quispe dijo que llegan a hacer hasta mil adobes, sin embargo, no todo se comercializa y lo poco que se gana -entre 10 a 50 bolivianos- es para sustentar a sus familias.
La situación para otras familias en Llapallapani se tornó más crítica desde este año porque tuvieron que dejar sus hogares, luego de que el lago se secó totalmente y la pesca mermó. El corregido reportó que cerca de 50 familias dejaron el lugar, que cuenta aproximadamente con 400 habitantes.
“Otros ya se están yendo buscando trabajo en Uyuni, en Tarija están migrando; unos 30 a 50 familias nos han dejado, nosotros éramos pescadores”, afirmó.