James Hansen, el cientÃfico de la NASA que alertó hace tres décadas sobre los riesgos del cambio climático en el Congreso, ha calificado el Acuerdo de ParÃs como "un fraude y una farsa".
Desmarcándose del tono de celebración entre los líderes políticos, en declaraciones a 'The Guardian', Hansen cuestionó el contenido del acuerdo de 31 páginas alcanzado en París como "una suma de palabras y de promesas, sin acciones concretas".
"El acuerdo es una excusa que tienen los políticos para poder decir: tenemos una meta de dos grados e intentaremos hacerlo mejor cada cinco años", declaró Hansen, que criticó el hecho de que el texto no mencione siquiera por su nombre al auténtico causante del problema: las energías fósiles".
"Mientras los combustibles fósiles sean los más baratos, los vamos a seguir quemando", añadió Hansen, que a su paso por París defendió la necesidad de gravar el petróleo, el carbón y en menor medida el gas: "No lo llamaría impuesto del carbono porque eso asusta a la gente, pero los grandes contaminadores tienen que pagar". Hansen destacó que el acuerdo, que insta a los 196 países firmantes a alcanzar el "pico" de emisiones "lo antes posible", no establece un objetivo claro ni fija un calendario o una meta en el horizonte.
Con 74 años, se retiró de la NASA en 2013 y sigue siendo profesor en la Universidad de Columbia. En los últimos años fue detenido varias veces frente a la Casa Blanca en las protestas contra el oleoducto entre Alberta y Texas, junto a miembros del grupo 350.org, que reclama acciones para limitar las extracciones de carbón y petróleo.
Ha sido considerado como alarmista por una parte de la clase científica, que no acaba de ver con buenos ojos su salto al activismo, su última contribución a la ciencia del clima fue un estudio fechado en julio, en el que asegura que la meta de dos grados de calentamiento es "excesivamente peligrosa" y que la subida del nivel de los mares puede poner en riesgo la mitad de las grandes ciudades costeras del planeta, incluidas Nueva York, Miami, Londres y Shanghai.