Alrededor de 62 millones de personas viven con diabetes en el continente americano, número que se triplicó desde 1980 y que constituye la cuarta causa de muerte en la región, después del infarto, el accidente cerebrovascular y las demencias.
Si no se toman medidas, se estima que casi 110 millones de personas tendrán diabetes para 2040. En la Argentina, se estima que afecta a un 10 por ciento de la población. El primer Informe Mundial sobre la Diabetes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se presenta esta semana en Ginebra y en la ciudad de México en el marco del Día Mundial de la Salud, destaca la urgencia de intensificar los esfuerzos para prevenir y controlar la diabetes.
El reporte pone de relieve la necesidad de implementar políticas que faciliten un estilo de vida saludable y que los sistemas de salud sean capaces de diagnosticar, tratar y cuidar a las personas con diabetes para revertir la tendencia actual.
"La mejor forma de prevenir la diabetes es que las personas sigan una alimentación saludable, evitando sobre todo los alimentos ultraprocesados y las bebidas azucaradas, y realicen actividad física en forma regular para mantener un peso saludable", afirmó Carissa F. Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), oficina regional para las Américas de la OMS.
Etienne aclaró que la prevención de la diabetes "no es solo una responsabilidad individual" e instó a los gobiernos a adoptar políticas y medidas eficaces para "hacer que la opción saludable sea la opción más fácil de tomar". La diabetes es una enfermedad crónica, progresiva que se caracteriza por niveles elevados de glucosa en la sangre.
Es una causa importante de ceguera, insuficiencia renal, amputación de miembros inferiores y otras consecuencias a largo plazo que impactan de manera significativa en la calidad de vida y elevan el riesgo de muerte prematura. La atención a la diabetes y sus complicaciones representa, además, un costo elevado para las familias y los sistemas de salud.
En 2014, el gasto en salud regional relacionado con esta enfermedad se calculó en 382 mil millones de dólares. En América, más del 60% de la población tiene un peso por encima de lo recomendado, en gran parte resultado de cambios en el estilo de vida relacionados con el desarrollo y la globalización. En Argentina, seis de cada diez personas tiene exceso de peso, de acuerdo con la Tercera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo.
El avance de la diabetes puede detenerse a través de una combinación de políticas fiscales, legislación, cambios en el medio ambiente y sensibilización a la población para modificar estos factores de riesgo, sostiene el informe de la OMS.
Esto incluye políticas que aumenten los impuestos sobre las bebidas azucaradas y el etiquetado frontal de los alimentos que alerte a los consumidores sobre los productos procesados con alto contenido en grasas, azúcar y sal para desalentar su consumo.
"A menos que se tomen medidas urgentemente, el mundo no podrá revertir esta epidemia", sostuvo Alberto Barceló, asesor regional en diabetes de la OPS. Barceló indicó que los países miembros de la OMS se han comprometido a frenar el aumento de la diabetes y la obesidad para 2025.