Color negro, se parece a un teléfono inteligente cualquiera, pero el Blackphone tiene una cosa más: sus creadores prometen a sus propietarios que tendrán comunicaciones seguras, al amparo de los "grandes oídos" gubernamentales o de los piratas informáticos.
El jefe de Silent Circle, Mike Janke, dice no haber buscado esa oportuna publicidad. Su empresa, explicó a la AFP, trabajaba sobre ese aparato desde mucho antes que el exconsultor de la agencia de inteligencia NSA Edward Snowden comenzará a divulgar documentos secretos acerca del espionaje estadounidense.
"Hicimos esto porque el problema de las comunicaciones seguras no estaba regulado", señaló este exmiembro del cuerpo de élite de la marina estadounidense Navy Seal, quien se unió a compañeros de armas y expertos en criptografía de Silicon Valley para crear la empresa Silent Circle. "Ofrecemos a los usuarios la posibilidad de comunicarse de manera encriptada a través de videos, textos o de llamadas orales sobre redes compatibles IP", destacó Janke. Su empresa no se estrena con el Blackphone. En el pasado colaboró con multinacionales y hasta con el Gobierno de Tíbet en el exilio.
Las habilidades de Silent Circle han que hecho que "casi todos los grandes fabricantes de smartphones se volviesen hacia nosotros" para trabajar en un aparato seguro. Finalmente, la elección de la compañía se inclinó hacia la pequeña sociedad española Geeksphone que recientemente lanzó un teléfono inteligente que funciona con el sistema de navegación Firefox.
Silent Circle, detalló Janke, ha dotado a su Blackphone de PrivatOS, una versión modificada de Android, el sistema desarrollado por Google. El nuevo teléfono será develado el 24 de febrero en el Mobile World Congress, el gran salón de telefonía móvil que se celebra cada año en la ciudad de Barcelona. Su precio sigue siendo un misterio, pero Janke aseguró que el Blackphone se venderá desbloqueado por una cifra inferior al valor del iPhone 5S o del Galaxy S4 de Samsung Los datos se hallan guardados en Suiza El centro de almacenamiento de datos, cuya capacidad es "mínima", está situado en Suiza, explicó Mike Janke.
"Todo lo que sabremos sobre usted es el nombre que nos da y un número de teléfono de 10 dígitos", indicó. De esa manera, si llega a Suiza una orden judicial, la compañía solo podría facilitar un nombre, el del propietario del teléfono. Janke estima que se venderán "varios millones" de Blackphones al año siguiente de su lanzamiento. El interés es mundial "porque la NSA no está sola, 72 países cuentan con medios similares a los de la NSA. Nos espían y se espían entre ellos. Aunque viva en Kenia, en Alemania o en Argentina, en todas partes hay las mismas amenazas", advirtió.