Bolivia juega bien y gana a Ecuador. La selección consiguió una victoria impensada e inesperada para los hinchas nacionales, que jamás imaginaron un primer tiempo de ensueño y un sufrimiento único en el complemento.
Selección boliviana logró romper una mala racha de 18 años sin ganar en la Copa América, pero este lunes ante Ecuador, logró sorprender al ganarle por 3-2 a la selección de Ecuador. Con esta victoria sigue invicta y suma 4 puntos en la tabla del grupo A. La figura fue Quiñónez.
Esa primera etapa fue para Bolivia inolvidable, única desde hace mucho tiempo. Los hinchas que asistieron al Elías Figueroa de Valparaíso estaban atónitos, no podían creer lo que pasaba. Si a los 50 segundos Smedberg Dalence ya había avisado con un potente tiro libre, a los 4’, en un tiro de esquina también lanzado por el sueco-boliviano, apareció la cabeza de Ronald Raldes para poner el 1-0 parcial.
El cabezazo no pudo llegar en mejor momento, porque el partido recién comenzaba y además le otorgaba plena confianza al equipo ante un rival linajudo. La presión sobre cada pelota y el achique de espacios continuó. Los ecuatorianos, dirigidos por Gustavo Domingo Quinteros, no podían creer lo que pasaba y encima continuaban con yerros en la última línea producto de la presión que ejercían Ricardo Pedriel y Martins.
A los 17’ Bolivia dio otro golpazo luego de una recuperación de Pedriel tras presionar a Ayoví, se la dio a Martins que cedió bien para que Smedberg Dalence cruce la pelota y marque el 2-0 parcial. El volante salió corriendo hacia un costado con la boca llena de gol, en medio de una celebración eufórica de los jugadores.
Ese gol ratificaba la confianza nacional y dejaba a Ecuador inmerso en un mar de dudas. Obligado por la circunstancia, Ecuador adelantó líneas, insistió con Enner Valencia y Montero, pero la figura de Romel Quiñónez comenzó a agrandarse.
El arquero le sacó goles cantados a Valencia (29’) y luego a Noboa (31’) y poco después antes del final del primer tiempo le tapó un tiro penal a Valencia (37’). La tapada fue una inflexión de ánimo porque a los 42’ antes de irse al descanso, Martins puso el 3-0 marcando un penal de Erazo contra Lizio.
Con ese resultado el complemento fue otro, porque Ecuador fue un aluvión y metió en su propio arco al equipo nacional. Ronald Raldes y Edward Zenteno se agigantaron junto a Quiñónez, pero ni Smedberg Dalence y mucho menos Lizio lograron retener la pelota ante la presión del rival. A los 47’, cuando apenas se había reiniciado el juego, Valencia puso el 1-3 rematando solo a pase de Montero.
El partido subió de tono, porque Quiñónez y los defensores sostenían una victoria que corrió mayor peligro cuando Bolaños volvió a descontar para los ecuatorianos (81’) con otro zapatazo. El 2-3 para Ecuador no hizo más que poner nervioso a los hinchas nacionales, pero el equipo no decayó pese a los golpes.
Las manos de Quiñónez sostenían la victoria hasta que llegó el tiempo cumplido y el árbitro decretó el final. La alegría fue inmensa porque luego de 18 años Bolivia logró una victoria que buscó, que mereció y que logró. La clasificación a la siguiente ronda está más cerca que nunca. Bolivia sorprendió a América.