Según informó el hospital del Tórax en La Paz, Arce Gómez habría muerto la tarde de este lunes debido a una falla multiorgánica
En 1980 (a sus 42 años), Arce Gómez es posesionado como ministro del Interior de Bolivia (actual ministerio de gobierno) por el presidente de ese entonces Luis García Meza Tejada. ... Murió en el Hospital del Torax, en La Paz, Bolivia, a las 13:00 horas del lunes 30 de marzo de 2020.
Ex ministro del Interior de Bolivia, Luis Arce Gómez, murió hoy en el hospital de Clínicas de La Paz, tras una larga enfermedad. La exautoridad cumplía una condena de 30 años de prisión, sin derecho a indulto, en el penal de Chonchocoro de La Paz.
Arce Gómez fue condenado por delitos de lesa humanidad vinculados a la dictadura de la que fue parte entre julio de 1980 y agosto de 1981 durante el gobierno del general Luis García Meza.
Crímenes de lesa humanidad, vínculos con el narcotráfico y una de las frases más tristemente célebres de la historia boliviana, son parte del "legado" que deja a su fallecimiento el exministro del Interior Luis Arce Gómez.
Arce Gómez, recordado por su amenaza a civiles diciéndoles que debían caminar "con el testamento bajo el brazo", durante el estado de sitio decretado por el dictador Luis García Meza en julio de 1980, falleció si esclarecer el paradero de los militantes de izquierda Juan Carlos Flores y Marcelo Quiroga Santa Cruz.
Según informó el director del hospital del Tórax en La Paz, Arce Gómez habría muerto la tarde de este lunes debido a una falla multiorgánica. El exmilitar y condenado a narcotráfico por la justicia estadounidense e italiana había sido internado por una insuficiencia renal.
El también conocido como "ministro de la cocaína" cumplía una condena de 30 años en el penal de máxima seguridad de Chonchocoro en la sede de Gobierno. Estaba en Chonchocoro Luis Arce Gómez desde julio de 2009 vive tras las rejas en Chonchocoro sentenciado por varios delitos entre ellos, por el asesinato de Marcelo Quiroga Santa Cruz. Anteriormente estuvo 14 años preso en Estados Unidos por delitos de narcotráfico.
Corte de Apelaciones de Italia reiteró ayer la condena a cadena perpetua al exministro del Interior de Luis García Meza, Luis Arce Gómez y a otros 23 militares y policías represores de Bolivia, Chile, Perú y Uruguay, responsables del operativo militar pactado entre las dictaduras sudamericanas en los años 70 y 80 para secuestrar y ejecutar a los disidentes en el marco del Plan Cóndor.
En la lista de acusados, además de Arce Gómez, están el expresidente de Perú, Francisco Morales Bermúdez; el exministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Juan Carlos Blanco, todos condenados por homicidio voluntario con agravantes.
La condena suscitó emoción entre el grupo de familiares y autoridades de América Latina que asistieron a la lectura del fallo. "Hemos venido hasta aquí, a Roma, para sostener la lucha contra la impunidad y porque tenemos la obligación de no olvidar", aseguró por su parte el viceministro de Justicia boliviano, Javier Moncada.
García Meza (fallecido) y Arce Gómez fueron sentenciados por un tribunal italiano el 17 de enero de 2017 a cadena perpetua por el Plan Cóndor por delitos de lesa humanidad. Hoy esta sentencia fue ratificada.
Recordemos que respondía cuando le preguntaban ¿Dónde están los restos de Marcelo?
Yo hice una propuesta al gobierno de Bolivia, de que me comprometía a revelar dónde están enterrados los restos de Quiroga Santa Cruz a cambio de que me den un beneficio: casa por cárcel. Es decir, que me permitan cumplir mi condena en una casa. Rechazaron mi oferta aduciendo que la justicia boliviana no se mercantiliza. Yo me río de eso, porque la justicia boliviana es una de las más mercantiles que existen.
¿Pero de verdad usted sabe dónde está enterrado Marcelo?
Sí, lo sé. Ya dije que está enterrado en la hacienda que tenía Banzer en San Javier (Santa Cruz), pero no dije el lugar preciso. Yo lo sé porque fue el mismo Banzer que me lo dijo. Me acuerdo cuando lo visité en su hacienda y me dijo: “A este carajo que quiso hacerme un juicio lo tengo enterrado aquí mismo, está bajo mis pies”. Y me apuntó el lugar.
¿Cómo puede estar usted seguro de que Banzer no le mintió?
Me acuerdo que ese mismo día que mataron a Marcelo Quiroga, Banzer me llamó desde Santa Cruz a La Paz diciéndome que estaba enviando una avioneta para que yo le envíe en ella el cuerpo de Marcelo. La avioneta aterrizó en la pista militar de La Paz, coloqué los restos de Quiroga Santa Cruz en una caja de latón (hecho de una aleación de cobre y zinc), lo hice subir a la nave y lo despaché tal como me lo pidió Banzer. Y yo le creí al general cuando me dijo que lo había enterrado en su hacienda, porque no hay que olvidar que en su hacienda, operaba una pista donde podían aterrizar avionetas.
Ahora, lo que yo ya no sé es si Banzer pudo haber sacado el cuerpo de su hacienda durante los años de su gobierno democrático (1997-2001). Banzer no era tonto.
¿Está arrepentido de algo?
No ha valido la pena ser ministro. Solo estuve siete meses como ministro y no ha valido la pena. He perdido a mi familia, me he divorciado y no he acompañado en su crecimiento a mis ocho hijos. No los he visto crecer.
Se le decía a usted que era el ministro de la cocaína. ¿Hizo dinero en su Gobierno?
Yo vivía en la casa de mi madre en Santa Cruz y ahora no tengo casa. Vivo con una jubilación de Bs 2.000, siendo que aporté mucho cuando era militar activo. Con ese dinero vivo y me compro mis remedios y me cocino porque la comida de la cárcel tiene mucha grasa y me hace daño. De vez en cuando me vienen a visitar mis hijos, porque la mayoría de ellos vive en el exterior. También me vienen a visitar algunos militares amigos que aún me quedan. Los del hospital Militar no me quieren.
¿Cómo vive en la cárcel? ¿Qué necesidades tiene?
Vivo como me ve. En una celda pequeña. Tengo de compañeros de cuarto a un brasileño y a un boliviano. Por mi edad, ya no puedo hacer deporte, pero puedo ver televisión y leer y así me distraigo. Ya no estoy a cargo de la biblioteca del penal, hace poco se la pasé a un muchacho para que haga ese trabajo.
Luis García Meza y usted, junto a otros seis exmilitares de la dictadura, fueron condenados por el Tribunal de Roma a cadena perpetua por la muerte de una veintena de italo-latinoamericanos en la época del Plan Cóndor y también se anunció que lo quieren extraditar a Italia para que vaya a cumplir su condena, ¿qué dice de ello?
Yo puedo ir a Italia si me extraditan, pero en nuestro Gobierno no se mató a italianos.
¿Quién hizo matar al padre Luis Espinal? Lo mataron cuatro meses antes de que usted sea ministro, pero cuando lo asesinaron usted era parte de Inteligencia de las Fuerzas Armadas. ¿Usted lo mandó matar?
No. Fueron otros, gente que se enteró de que Luis Espinal iba a publicar algo en contra en el periódico que él dirigía (el semanario Aquí).
Luis Arce Gómez habla despacio, con una voz natural de anciano. El patio donde está ahora también funciona como una cancha de fulbito. Pero a esta hora de la tarde nadie está jugando. El exministro que nació en Lagunillas, Santa Cruz, en 1938, nunca pudo aprovechar el único lugar recreativo de la cárcel porque cuando llegó a Chonchocoro en 2009 ya tenía varios achaques de la edad.
Para no aburrirse mira la tele o escucha la radio, toma un helado o conversa con otros reos. Y cuando el sol empieza a meterse en su escondite y el frío vuelve a gobernar en el altiplano, se levanta de su silla de ruedas y la empuja despacio, cruza la puerta del pabellón y dobla a la derecha y avanza por un pasillo a cuyos costados están las celdas. La de él se encuentra al rincón y camina hacia ella de memoria y adentro de ella las bajas temperaturas no entran. En la pared cuelgan fotos de él, de sus seres queridos. Hay un almanaque que le recuerda que el tiempo no se detiene y que también tiene el capricho de pasar lentamente.