Esta maquinaria atómica de cesio, ubicada en Reino Unido, es el guardián del tiempo más exacto jamás construido.
Más exacto que el mismísimo Big Ben. Un reloj de cesio que marca la hora atómica de Reino Unido es ahora el más preciso del mundo, según una nueva evaluación de la máquina realizada por científicos del Laboratorio Nacional de Física (NPL) en Reino Unido. La investigación se publicará en octubre en la revista científica Metrologia, pero un avance de sus conclusiones es accesible online en la web de la publicación. El reloj en cuestión es un mecanismo de élite. Pertenece a un prestigioso grupo de relojes de cesio construidos por laboratorios de Europa, EE.UU. y Japón. Su objetivo es medir el tiempo con normas nacionales que se promedian para producir el Tiempo Atómico Internacional y el Tiempo Universal Coordinado, utilizados como escalas en todo el mundo para procesos relevantes como la comunicación global, la navegación por satélite, la topografía y las transacciones informáticas de mercados financieros y bursátiles.
Los métodos utilizados para mejorar el reloj de Reino Unido NPL-CSF2 también se pueden emplear para evaluar los cronógrafos de cesio de otros países. «Las mejoras que recogemos en nuestro informe han reducido significativamente las mayores fuentes de incertidumbre en la medición del reloj», ha dicho Krzysztof Szymaniec, líder del proyecto. Se refiere, por ejemplo, al efecto Doppler, el aparente cambio de frecuencia de una onda producido por el movimiento de la fuente y la cercanía a un observador, que, en los relojes, supone realmente una filigrana.
¿Cuánto dura un segundo?
El efecto acústico Doppler es bien conocido. Es lo que hace que la sirena de una ambulancia nos parezca más grave cuando se aleja. En la luz, este efecto es demasiado pequeño para que podamos darnos cuenta. «Si usted está caminando por la acera mirando un semáforo en rojo, sus ojos no pueden percibir los pequeños desplazamientos Doppler, resultantes de su movimiento, que cambian la luz hacia el extremo azul del espectro», explica el investigador Kurt Gibble. «Este cambio de color es sólo 0,01 millonésimas de la diferencia entre el rojo y el azul. En el reloj NPL-CSF2, nuestro modelo actual demuestra que el efecto Doppler es incluso un millón de veces más pequeño que eso». Algo insignificante.
La otra gran fuente de incertidumbre en los relojes se refiere a las fuerzas que las microondas ejercen sobre los átomos para medir la longitud de un segundo, algo fundamental para un acuerdo internacional sobre la definición del tiempo.
Estos efectos físicos causan cambios en la frecuencia del funcionamiento de los relojes, pero las observaciones de los científicos han mejorado la precisión del reloj de Reino Unido hasta «el valor más bajo de cualquier norma nacional primaria hasta el momento».