Después de Suecia llegan Estados Unidos y Gran Bretaña en esta clasificación que muestra que Internet sigue siendo una fuente muy poco explotada en la mayor parte de los países del mundo. Una de cada tres personas lo utiliza a escala planetaria, menos de una cada seis en África.
Los tres últimos países de la tabla son Burkina Faso, Zimbabue y Yemen.
El estudio revela que las tarifas de acceso a la banda ancha y las tendencias a la censura son las principales razones que impiden el acceso de todos a la red.
En los países estudiados, las conexiones a banda ancha cuestan siempre cerca de la mitad de los ingresos mensuales por habitante.
"El alto precio de la conexión impide que miles de millones de personas aprovechen sus derechos al saber y a la interactividad. Es necesario que los costos bajen de manera espectacular", afirmó Tim Berners-Lee.
El estudio indica asimismo que cerca del 30% de esos 61 países sufren "restricciones moderadas o severas" de acceso por parte del Gobierno a ciertos portales de la red, y casi la mitad de ellos testimonian de amenazas crecientes para la libertad de prensa.
El auge de las empresas basada en Internet es asombrosamente bajo más allá de los países de la OCDE, señala el estudio, y muestra que el potencial económico de la web sigue estando poco explotado en numerosos países.
Preguntado por la AFP sobre la posibilidad de cortar Internet a nivel mundial, Tim Berners-Lee respondió que "los países están conectados unos con otros de múltiples formas y no existe un interruptor on/off, ni un lugar en el mundo donde se pueda cortar".
"Para bloquearlo del todo o suprimir una idea en particular, todos los Gobiernos deberían entenderse y coordinarse. Si algo sí se produjera, sería esencial que todo el mundo luchara para oponerse", afirmó.