El papa Francisco se alista a celebrar, por quinta vez en su pontificado, los ritos de Semana Santa en el Vaticano comenzando este jueves con la misa crismal, prevista por la mañana en la Basílica de San Pedro.
En esa celebración, el Papa estará acompañado por cardenales, patriarcas, arzobispos, obispos y sacerdotes presentes en Roma. Además, bendecirá los santos óleos que se usarán para los sacramentos durante todo el próximo año. La Resurrección del Señor invita a “despojarnos del hombre viejo para vivir como hombres resucitados”, que hacen del mundo un “espacio nuevo” donde ser, gracias a Cristo y con Él, “instrumentos de consuelo y esperanza” para aquellos que sufren todavía hoy la humillación y la soledad, ha dicho Francisco en una jornada de oración previa a los ritos de Semana Santa.
Este mismo jueves, por la tarde, celebraró la misa “in coena domini”, que recuerda la última cena de Jesús, en la cárcel romana de “Regina Coeli” y cumplirá el tradicional gesto del lavado de los pies sobre 12 detenidos. Esa visita fué estrictamente privada, tanto que la sala de prensa del Vaticano no la incluyó en su agenda de actividades, e incluirá un encuentro espontáneo de Jorge Mario Bergoglio con los internos del penal.
El Viernes Santo por la tarde, el pontífice presidirá la ceremonia de adoración a la santa cruz en la Basílica de San Pedro del Vaticano y luego, ya por la noche, encabezará el rezo del Vía Crucis ante miles de personas en el Coliseo Romano. Un día después, a las 8:30 p.m. (2:30 p.m. en Puerto Rico) del Sábado Santo está previsto el inicio de la vigilia pascual con la bendición del fuego nuevo en el atrio de la basílica vaticana, el ingreso de la procesión en la basílica y el canto del “Exsultet”, que anuncia la Pascua.
Durante esa ceremonia, el líder católico presidirá la liturgia de la palabra, la liturgia bautismal y eucarística; todo concelebrado por cardenales, obispos y sacerdotes. El domingo 1 de abril tendrá lugar la misade Pascua en la Plaza de San Pedro y al terminar, en torno al mediodía, el Papa impartirá a la multitud su bendición “Urbi et orbi” (a la ciudad y al mundo), desde el balcón central de la basílica vaticana. Como es tradición, antes de bendecir él pronunciará un discurso en el cual deseará felices Pascuas al mundo y pedirá paz para los principales focos de violencia en los cinco continentes.