Añade que entre los sectores beneficiados están la hostelería, el comercio, el transporte y la gastronomía. Sin olvidar que la transmisión televisiva, que, según la Conmebol, llega «a cerca de 200 países y territorios», también es una vitrina para mostrar al mundo la ciudad sede
La edición 21 de la Copa Sudamericana entregará este sábado en la ciudad argentina de Córdoba, escenario de la final entre Sao Paulo e Independiente del Valle, el botín más jugoso de su historia al campeón: 5 millones de dólares, que se suma a los distintos premios otorgados a lo largo de la competencia.
La cita en el estadio Mario Alberto Kempes, será la despedida de una edición que repartió premios por un total de 59.960.000 dólares, que posicionan a la Copa Sudamericana como el segundo torneo en importancia de la región, por debajo de la Copa Libertadores, más longeva y con premios superiores.
Este certamen, que este año cumplió dos décadas, destinó 225.000 dólares como premio por partido jugado en la Fase 1 y 300.000 dólares para la etapa de grupos. Los eliminados recibieron 120.000 dólares. La bolsa por partido jugado subió a 500.000 dólares en los octavos de final, a 600.000 dólares en los cuartos de final y a 800.000 en las semifinales.
El campeón podrá embolsa 5 millones de dólares y el subcampeón 2 millones. Además, el equipo ganador asegura un cupo a la fase de grupos de la Copa Libertadores de 2023, que entrega 3 millones de dólares por la participación, según el monto dispuesto para este año.
También podrá disputar la Recopa 2023 con el campeón de la Copa Libertadores. Esta competencia otorga 1,6 millones de dólares al club que se quede con el título y 800.000 dólares al segundo.
Y aunque los premios de este año son los mayores desde que la Copa Sudamericana se jugó por primera vez, en 2002, fue en enero de 2021 cuando la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) dio un impulso a los premios.
En ese entonces, la Conmebol anunció que la suma total para repartir ese año en las distintas fases subiría un 25 % con respecto a la de 2020, mientras que la competencia amplió de 105 a 157 los partidos programados.
La decisión supuso elevar la cifra global de premios de 47,2 millones de dólares a 58.960.000 .
Este año, Córdoba repite como anfitriona de una final de la Copa Sudamericana, después de la que acogió en 2020, cuando el club argentino Defensa y Justicia se coronó campeón al golear por 3-0 a su compatriota Lanús.
Sin mencionar cifras, una fuente de la Conmebol indicó a Efe que la final de un torneo como este «representa una importante inyección de recursos para la ciudad sede: desde las inversiones organizativas y logísticas -que comienzan meses antes del partido- hasta la movilización de miles de hinchas en los días previos».
Añade que entre los sectores beneficiados están la hostelería, el comercio, el transporte y la gastronomía. Sin olvidar que la transmisión televisiva, que, según la Conmebol, llega «a cerca de 200 países y territorios», también es una vitrina para mostrar al mundo la ciudad sede.