Las nevadas más frecuentes causadas por el calentamiento global contribuyen a aumentar el desprendimiento de hielo de la Antártida, afirma un grupo de expertos del Instituto de Investigación del Impacto Climático de Potsdam (PIK), en Alemania.
El calentamiento global tiene como consecuencia mayores precipitaciones, dado que el aire caliente contiene más humedad, de ahí que investigaciones anteriores sugiriesen que la capa de hielo de la Antártida crecería bajo los efectos del cambio climático. Así, la contribución de la Antártida al aumento global del nivel del mar es probablemente mayor de lo estimado hasta el momento, concluyen los autores de la investigación.
"Entre el 30 y el 65 por ciento del incremento del volumen de hielo debido al aumento de las nevadas en la Antártida se ve contrarrestado con una mayor pérdida de hielo a lo largo de la costa", señaló la autora principal del informe, Ricarda Winkelmann. Por primera vez, un conjunto de simulaciones físicas de la formación del hielo muestran que el futuro desprendimiento de hielo aumentará hasta tres veces debido a las precipitaciones adicionales en la Antártida. La pérdida de hielo por las nevadas es incluso superior a la que se produce bajo el efecto del calentamiento, precisó Winkelmann.
Durante la última década, la capa de hielo de la Antártida ha perdido volumen a una velocidad comparable a la de Groenlandia. "La única certeza que tenemos sobre la Antártida es que las nevadas aumentarán bajo los efectos del calentamiento global", señaló Winkelmann. Según la científica, "el deshielo de la superficie será comparativamente reducido incluso bajo los efectos del calentamiento global, porque la Antártida seguirá siendo un lugar bastante frío". "La gran pregunta es cuánta masa más de la capa de hielo se desprenderá lenta pero inexorablemente de la Antártida y contribuirá a elevar el nivel del mar, que constituye uno de los mayores impactos del cambio climático", reveló.
Algunos modelos globales y regionales sugieren que debido a que el agua de las nevadas sobre las masas de hielo de la Antártida proviene del ciclo hidrológico global, la contribución neta del continente al aumento del nivel del mar podría ser negativa durante los próximos cien años. Los resultados del nuevo estudio indican que este efecto en gran medida se ve compensado por cambios en la dinámica del flujo glaciar. La nieve que se acumula sobre el hielo pesa y por lo tanto ejerce presión: cuanto más elevado el hielo, mayor la presión.
Dado que las nevadas adicionales elevan la capa de hielo continental pero en menor medida las plataformas de hielo flotantes, el hielo se desplaza con mayor rapidez hacia la costa de la Antártida, donde puede desprenderse, lo que a su vez contribuye a elevar el nivel del mar. "Sabemos que las nevadas en la Antártida no nos salvarán de un aumento del nivel del mar", subrayó Anders Levermann, coautor del estudio. Según el científico, "el nivel del mar está creciendo y eso es un hecho". "Ahora necesitamos entender con qué velocidad tenemos que adaptar nuestra infraestructura costera y eso depende de cuánto dióxido de carbono sigamos emitiendo a la atmósfera", puntualizó.