Nacida en Tokio un 18 de febrero de 1933, Yoko Ono ha tenido mucho protagonismo en los últimos meses en la vida neoyorquina por su intensa militancia contra el “fracking”, el proceso por el que capas muy profundas de rocas del subsuelo se perforan con agua a presión acompañada de productos químicos que desgastan el mineral y permiten llegar a bolsas de gas natural y petróleo hasta hace poco imposibles de extraer.
Este método ha revolucionado en los últimos años la producción de hidrocarburos en EEUU, pero sus detractores creen que los productos usados en el procedimiento y la dificultad de sellar perfectamente las bolsas a gran profundidad contaminan las aguas subterráneas y generan escapes de gases de efecto invernadero.
La activa campaña de Ono y el grupo, con manifestaciones, anuncios, recolección de firmas y artículos de prensa, ha contribuido a que el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, anunciara la semana pasada una moratoria en la decisión de autorizar esta técnica en este estado hasta evaluar más a fondo sus consecuencias. Yoko Ono también se ha implicado activamente en el apoyo al fundador de WikiLeaks, Julian Assange , actualmente refugiado en la embajada de Ecuador en Londres para evitar su extradición a Suecia, que le reclama por denuncias de abuso sexual.
La artista conceptual organizó hace justo dos semanas una cena en la que se concedió a Assange el “Premio al Valor en las Artes”, un galardón que su fundación entrega cada año, y que en esta ocasión recogieron en nombre de Assange el juez español Baltasar Garzón (uno de sus asesores legales) y Michael Ratner, presidente del Centro de Derechos Constitucionales de EEUU. Si bien Yoko Ono ha luchado por intentar ser más que la viuda de John Lennon (asesinado en 1980 en la entrada del mítico edificio “Dakota” frente a Central Park) ella no deja de recordar el mensaje a favor de la paz del cantante, como cuando el 21 diciembre pasado convocó a sus seguidores a la plaza de Times Square para cantar “Imagine”, uno de los temas emblemáticos del músico.
Pocos días antes, el 15 de diciembre se concedió en Berlín a Yoko Ono la medalla Rainer Hildebrandt por su militancia a favor de la paz.Fuera del activismo, Ono también se ha lanzado recientemente al mundo de la moda, con la presentación a finales de noviembre pasado de una colección de ropa masculina diseñada por ella e inspirada en John Lennon .
La colección, para las tiendas de ropa y accesorios Opening Ceremony, se denomina “Fashions for Men”, consiste en series muy limitadas de 52 unidades de cada pieza -salvo en las camisetas-, que se pusieron a la venta en Nueva York, Los Ángeles, Londres y Tokio. Los diseños estaban basados en unos dibujos que la artista japonesa regaló a Lennon en 1969, y que también se editaron en un libro.
En cuanto a su carrera musical, en otoño pasado salió al mercado un disco con seis temas grabados conjuntamente con Kim Gordon y Thurston Moore, históricos miembros del grupo de rock alternativo Sonic Youth, y sigue preparando nuevos proyectos. Mientras tanto, su exposición retrospectiva “Half-A-Wind Show” ha iniciado este pasado viernes un periplo europeo en la ciudad alemana de Fráncfort, con nuevas paradas en Dinamarca, Austria y España.