Acusó al gobierno transitorio de haber ocultado una prevalencia de más del 100% de los casos de COVID-19 y no mostrar los datos reales de contagio, debido a una "alta de voluntad para adquirir pruebas"
Presidente Luis Arce censuró la llegada al poder y el gobierno de la otrora senadora Jeanine Áñez, de cuyo régimen dijo que fue un intento de alterar y extinguir el Estado Plurinacional con el apoyo de la OEA y la insubordinación de la Policía Boliviana y las Fuerzas Armadas.
En los últimos años, “una y otra vez buscaron por diversas formas alterar y extinguir el Estado Plurinacional”, lamentó el mandatario en su discurso del Día del Estado Plurinacional, la mañana de este viernes en la Casa Grande del Pueblo.
Arce, posesionado presidente el 8 de noviembre de 2020 luego de su victoria en las elecciones del 18 de octubre, coincidentemente con esta fecha cumplió 75 años en el gobierno. Cuestionó duramente al “gobierno de facto” precedente.
“En octubre de 2019 instalaron una narrativa para generar la indignación de los sectores sociales y urbanos: hablaron de un fraude electoral monumental, con el acompañamiento de la Organización de Estados Americanos (OEA), que nunca pudieron probar”, protestó el mandatario.
Lamentó la renuncia forzada de Evo Morales el 10 de noviembre de 2019 y culpó, en parte, a la acción de elementos de las fuerzas de seguridad del Estado. “En complicidad con sectores insubordinados de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, quienes rompieron la cadena de mando, y en franca insubordinación al Presidente y Capitán General de las Fuerzas Armada, forzaron la renuncia de las autoridades democráticamente elegidas para instaurar un régimen no constitucional sustentado en el temor del uso de la fuerza”, dijo.
También denunció que con el gobierno transitorio “siguió una larga noche de persecución de dirigentes, líderes sociales, sindicales y políticos, y un proceso de cancelación y eliminación de los derechos y las garantías de miles de bolivianos”.“Fue el quiebre constitucional y la consumación de un golpe de Estado”, insistió.
Presidente Arce indicó que el 10 de noviembre de 2019 —cuando Morales renunció forzado por una crisis poselectoral, un motín policial y la sugerencia de dimisión de parte de las Fuerzas Armadas— “se produjo la interrupción de 37 años de democracia continua”.
Repaso que Jeanine Áñez, en una “irregular sesión, se autoproclamó como presidenta del Senado y posteriormente, en el hemiciclo de la Cámara de Diputados, en una presunta sesión, sin quorum reglamentario, declaró ‘asumo de inmediato la Presidencia del Estado’”.
Afirmó que luego se impuso la banda presidencial. “Ante el desconcierto, por primera vez desde la recuperación de la democracia, un militar, en traje de campaña, coloca la banda presidencial a una autoproclamada autoridad”, rememoró.
Después de una fallida candidatura, la exmandataria dejó La Paz dos días antes de que Arce asumiera el gobierno. La institución de su gobierno fue respaldada por la mayoría de los liderazgos de oposición, entre ellos los expresidentes Carlos Mesa y Jorge Quiroga, además de Estados Unidos, la OEA y la Unión Europea.
Era el 12 de noviembre de 2019, después de la sesión legislativa a la que no asistió la bancada de dos tercios del Movimiento Al Socialismo (MAS) sino solo la oposición minoritaria de entonces. Esa noche, Áñez y su comitiva, en la que estaban los dirigentes cívicos Luis Fernando Camacho y Marco Pumari, se trasladaron al Palacio Quemado, en uno de cuyos ambientes el entonces comandante de las Fuerzas Armadas, general William Kaliman, colocó la banda presidencial a Áñez, quien luego apareció en el balcón del edificio para saludar a sus seguidores.
En el tema de la Economía dijo que la economía boliviana fue afectada no sólo por la pandemia, sino también por decisiones erróneas y la ausencia de políticas claras, oportunas y efectivas desde noviembre de 2019.
Mencionó los datos que demuestran lo que denominó como una “profunda crisis económica en la que nos dejó el gobierno de facto” y mencionó las políticas que está asumiendo su gestión para encarar esta situación, como el Bono Contra Hambre, el periodo de gracia en créditos, el Impuesto a las Fortunas y otros.
“Hemos dinamizado la demanda interna fortaleciendo nuestra política social de distribución de los ingresos, para volver a reducir la pobreza y el hambre, así como las desigualdades económicas y sociales. Estamos volviendo a la senda de la estabilidad política económica y social de la diversificación productiva de la industrialización de nuestros recursos naturales, de la sustitución de importaciones y del crecimiento con justicia social”, agregó.