La Unión Europea aconsejo a los 27 países miembros que actúen lentamente en el regreso a la vida normal y que basen sus medidas en el asesoramiento científico, Alemania ya reabrió la semana pasada sus tiendas, pese a contar con un abultado número de infecciones
“Lo último que necesita un país es reabrir las escuelas y los negocios solo para cerrarlos de nuevo porque el virus resurge”, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado que quiere abrir nuevamente su país el próximo 12 de abril para evitar las repercusiones económicas de la crisis del coronavirus, mientras los casos en su territorio crecen por miles día a día y hasta el momento han superado los 52.000.
Una posición similar a adoptado en el mismo continente el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que minimiza la amenaza del coronavirus, a la que ha llamado “gripecita” y quiere que el confinamiento se limite a ancianos y enfermos. Tedros defendió “medidas agresivas” para frenar la pandemia, que además de las medidas de confinamiento, pasan por encontrar a las personas infectadas, confirmar su contaminación con una prueba de diagnóstico, tratarlas y buscar a todos sus contactos cercanos, y ponerlos en cuarentena.
La OMS cuenta con datos que indican que más de 150 países tienes menos de 100 casos cada uno, lo que les ofrece la oportunidad de tomar ahora las decisiones necesarias para controlar la transmisión del virus dentro de sus comunidades y evitar los graves costes económicos y sociales que están sufriendo otros países. “Esto es especialmente cierto para países vulnerables con sistemas de salud que podrían colapsar bajo el peso del número de pacientes que vemos en algunos países”, dijo Tedros.
El responsable de la OMS afirmó claramente que el mundo “perdió” la primera oportunidad que tuvo para evitar la magnitud de esta pandemia, que hasta ahora ha supuesto la contaminación de más de 413.000 personas y la muerte de 18.433, y advirtió de que “la segunda oportunidad” se va reduciendo. “El tiempo de actuar era hace más de un mes, pero seguimos creyendo que hay oportunidad; hemos desperdiciado la primera oportunidad, pero tenemos una segunda que no debemos desaprovechar”, subrayó.
De la misma opinión fue el director de emergencias de la OMS, Mike Ryan, quien insistió en que “sin las medidas necesarias” será muy difícil salir de esta crisis. “Tenemos poco tiempo, lo que hagan los países hoy determinará lo que pase”, puntualizó.
Tedros y Ryan encomiaron al Gobierno de India – el segundo país más poblado del mundo y donde la explosión de la pandemia podría tener consecuencias inimaginables- por haber decidido (con poco más de 600 casos) el confinamiento total. “Hacerlo ahora ayudará a que el virus no se expanda a más lugares y se convierta en algo mucho más grave”, dijo Tedros en una conferencia de prensa virtual.
En esta comparecencia a distancia se presentaron los seis acciones que la OMS está recomendando a los países: aumentar, formar y desplegar a los trabajadores de la sanidad, poner en marcha un sistema para encontrar cada caso sospechoso en las comunidades y aumentar la disponibilidad de pruebas de diagnóstico.
Además, se deben adaptar instalaciones para tratar y aislar a los casos confirmados, tener un plan claro para poner en cuarentena a los contactos y que todo el aparato gubernamental se concentre en combatir el COVID-19. El número de muertos con coronavirus alcanzó ayer los 7.503, al registrarse 683 en veinticuatro horas, una cifra inferior al día anterior.
Los casos positivos actuales ascienden a 57.521, 3.491 más respecto al martes, con lo que bajan por cuarto día consecutivo los nuevos contagios, según los datos ofrecidos hoy por Protección Civil.
En total 9.362 personas se han curado (más de mil en las últimas veinticuatro horas) y el número total de casos de coronavirus desde que se detectó el brote en Ies de 74.386. Este miércoles, el jefe de la Protección Civil italiana, Angelo Borrelli, presentó a primera hora síntomas febriles, por lo que tuvo que abandonar el organismo y no ha ofrecido la rueda de prensa diaria con la que hasta ahora comunicaba los datos actualizados de esta emergencia.
Aunque Protección Civil informó en un primer momento de que la comparecencia ante los medios quedaba suspendida, finalmente acudieron el subdirector de la institución, Agostino Miozzo, y el director operativo Luigi D’Angelo.
Aunque ya se advirtió el pasado 24 de abril de las consecuencias de levantar las medidas del coronavirus demasiado pronto
Miozzo dejó claro que Italia está en un momento crucial para intentar superar el pico de transmisiones y comenzar a frenar la pandemia, algo que se verá en los próximos días. “Estamos en una fase de aparente estabilidad, consideramos que el número de nuevos contagiados es coherente con la tendencia de la propagación que ha tenido el virus en el país. Es esencial todavía mantener las indicaciones que estamos dando desde hace semanas, cumplir las normas y no bajar la guardia”, subrayó.
La región más afectada sigue siendo Lombardía, con 32.346 contagios totales y 4.474 fallecidos, seguida por Emilia Romaña (10.054 contagios), Véneto (6.442) y Piamonte (6.024). De los 57.521 enfermos actuales, solo 3.489 se encuentran en unidades de cuidados intensivos, mientras que 30.920 están en aislamiento domiciliar y 23.112 ingresados en hospitales.
Con la vista puesta en reabrir la economía lo más pronto posible para mitigar daños, muchos países han empezado relajar las estrictas medidas de confinamiento adoptadas para detener la propagación del coronavirus.
Pueden permitirse algo así las ciudades que han conseguido aplanar la curva y registrar menos casos cada día, pero todos permanecen vigilantes a la posible señal de una segunda ola de infecciones.
Quienes dejan la cuarentena atrás han adoptado ciertas medidas en las que el resto de países tiene puesta la mirada para aprender y aplicarlas en el caso de que funcionen.
El caso más llamativo es el de Nueva Zelanda, que la semana pasada empezó a dejar atrás uno de los confinamientos más estrictos del mundo.
El país tenía en vigor lo que llamó estrategia de "eliminación" de la curva de contagios, que introdujo medidas fuertes al comienzo de la emergencia para evitar la expansión del virus.
La respuesta del país fue dura y muy temprana sin haber registrado siquiera una solo muerte por coronavirus. La estrategia ha dado sus frutos y esta misma semana algunas actividades económicas han vuelto a ponerse en marcha con algunos requisitos.
El principal, nada de servicio cara a cara, y la puesta en marcha del concepto "burbuja". Cada persona puede relacionarse con un pequeño grupo de amigos cercanos o familiares, mientras que debe mantenerse a dos metros de otras personas.
En esta fase, la Unión Europea aconsejo a los 27 países miembros que actúen lentamente en el regreso a la vida normal y que basen sus medidas en el asesoramiento científico.
Alemania ya reabrió la semana pasada sus tiendas, pese a contar con un abultado número de infecciones. La medida sitúa al país en el centro de las miradas internacionales a la espera de saber si esta estrategia provoca un rebrote de casos. Y las autoridades permanecen vigilantes ante los efectos y dispuestas a reaccionar rápidamente ante ellos.
"En este momento, tenemos algunas medidas de levantamiento leves. Mantener la distancia y la higiene en las manos es más importantes que nunca. Debemos seguir monitoreando la situación muy de cerca", le dijo a BBC Mundo Marieke Degen, del Instituto Robert Koch de Virología, responsable de la estrategia alemana frente al covid-19.
Además, el gobierno anunció que el uso de mascarillas sería obligatorio desde el pasado lunes en el transporte público y en los supermercados.
Aunque la OMS recomienda usar mascarilla en caso de tener tos o estornudos, y en el caso de los que están sanos solo para atender a alguien en quien se sospeche la infección, Degen cree que llevarla comunitariamente "puede contribuir a retrasar la propagación".
Y aunque reconoce que todavía no hay una base científica sólida para esto, dice que "parece plausible" creer que las mascarillas ofrecen protección, dice. Así, el Instituto Robert Koch recomienda usarlas "en entornos en los que no siempre se puede mantener la distancia o en el que hay muchas personas", como es el caso del transporte público por ejemplo.
Para Alemania, la prueba final llegará el 4 de mayo con la reapertura de los colegios, aunque los eventos multitudinarios estarán prohibidos hasta el 20 de agosto. La recomendación de Academia Alemana de las Ciencias, la institución que reúne a algunos de los científicos más reconocidos del país, es que la vuelta a las clases se haga en grupos de 15 alumnos como máximo.
Alemania puede empezar a relajar las medidas de cuarentena gracias a una detección rápida de casos. El país tiene capacidad de hacer 160.000 exámenes por semana para detectar el coronavirus. Es uno de los países del mundo que más test ha hecho a su población.
Esto permitió a las autoridades aislar a los infectados y ralentizar el contagio del coronavirus. También usar los ventiladores antes de que la condición de una persona infectada se deteriorara del todo.
Su gran capacidad hospitalaria y el cumplimiento estricto del distanciamiento social también han ayudado a la vuelta a la "normalidad". Otro caso de éxito es el de Dinamarca, que a mediados de abril ya comenzó a revertir el cierre de las ciudades y de la actividad diaria.
Y los beneficios de actuar tan temprano han hecho que, después de un mes de cuarentena, los niños menores de 11 años están de vuelta en los colegios y guarderías desde el 15 de abril aproximadamente.
Eso sí, sentados en mesas que están separadas dos metros entre sí.Pero ¿cómo pudo el país iniciar tan pronto la desescalada? "En comparación con otros países europeos, Dinamarca fue uno de los primeros en adoptar medidas", cuenta Adrienne Murray, corresponsal de la BBC en Copenhagen.
El 11 de marzo se anunciaron una serie de restricciones, 12 días antes, por ejemplo, de que se introdujeran medidas en el Reino Unido. Entonces, las reuniones se limitaron a 10 personas, se cerraron las fronteras y los trabajadores se quedaron en casa. Sin embargo, el bloqueo de Dinamarca ha sido mucho menos restrictivo que el de Francia o el Reino Unido.
No es obligatorio quedarse en casa y aunque los bares, gimnasios y peluquerías están cerrados, muchas tiendas permanecen abiertas. Los datos sugieren que los años de inversión de Dinamarca en su sistema de salud están dando sus frutos.
"Todavía tenemos mucha capacidad, tanto en términos de camas normales, camas de cuidados intensivos y ventiladores", afirmó Hans Joern Kolmos, profesor de microbiología clínica en la Universidad del Sur de Dinamarca.
Noruega y Austria también fueron de los primeros países en Europa en reducir las restricciones lentamente. En Austria, con solo 8,9 millones de habitantes, las pequeñas tiendas, las de bricolaje y reparación de bicicletas y los parques reabrieron el 14 de abril.
Su proximidad a Italia y a la realidad de contagios y muertes que estaba viviendo su vecino, hizo que las autoridades adoptaran estrictas medidas a mediados de marzo, adelantándose a los posibles contagios. Está previsto que el resto de tiendas, los restaurantes y hoteles abran en mayo.
Las restricciones a las bodas y a los funerales siguen vigentes así como las multas a quienes rompan la distancia de seguridad o el aforo permitido en una tienda.
Los ciudadanos están obligados a llevar mascarillas en supermercados, taxis y transporte público. Los niños regresaron a los jardines de infancia de Noruega el 20 de abril y a las escuelas secundarias una semana después.
En Bulgaria, los mercados de agricultores están reabriendo. En la República Checa, las tiendas que venden materiales de construcción y bicicletas están de vuelta en el negocio y las reglas se han relajado para las áreas de recreación al aire libre.
España, que junto con Italia ha sido la más afectada por covid-19, permite desde el 14 de abril que los trabajadores no esenciales vuelvan a trabajar y para ello repartió mascarillas protectoras en las estaciones de trenes y metros. Los niños pueden volver a salir a la calle acompañados de un adulto desde el pasado domingo. Sin embargo, no son pocos los líderes que han dejado claro que pese a todo, la vida rutinaria permanecerá restringida durante un tiempo y las medidas de distancia social seguirán siendo estrictas.