Jorge Tume es el típico estudiante indocumentado para quien se hizo el nuevo programa del presidente Barack Obama que suspende deportaciones de jóvenes cuyos padres los trajeron a Estados Unidos siendo menores de edad.
No fue una sorpresa que a principios de octubre las autoridades de inmigración aprobaran su permiso de trabajo y solicitud de estatus migratorio especial por dos años que le protege contra la deportación. De esta manera, Tume se convirtió en uno de los primeros jóvenes indocumentados en el país en ser aprobados para el programa formalmente conocido como Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), administrado por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS). Pero Tume también es uno de los pocos afortunados que han sido aprobados. Aunque inicialmente se estimaba que más de 1 millón de jóvenes, quizá casi dos, pudieran solicitar acción diferida, USCIS solo ha recibido 179,794 solicitudes y aprobado 4,591, según cifras emitidas por la agencia el viernes.
Mientras que las autoridades de inmigración no han explicado la razón de la escasez de solicitudes, los jóvenes como Tume y otros dicen que la razón puede ser el requisito que solicitantes deben presentar pruebas que demuestren su presencia continua en el país durante los últimos cinco años. “Yo no tuve problemas para mostrar la presencia continua desde que he estado asistiendo a la escuela en Miami todo el tiempo y podía demostrarlo”, dijo Tume en una reciente entrevista. “Pero hay algunos casos en los que los jóvenes no han asistido a la escuela y por tanto no puedan demostrar su presencia, a menos que tengan una tarjeta bancaria o recibos de renta y pagos de cuentas”.
Entrevistas con jóvenes inmigrantes y activistas de inmigración sugieren que la falta de pruebas suficientes, como registros escolares o recibos de alquiler, para documentar la presencia en los Estados Unidos puede ser una de las razones principales por la relativamente poca cantidad que han solicitado el beneficio. “Mucha gente se graduó de la escuela secundaria hace años y probablemente tiene problemas en encontrar sus registros escolares”, dijo José Salcedo, estudiante colombiano en la Universidad de St. Thomas, quien sigue a la espera de la aprobación de su solicitud. “Además, mucha gente puede seguir teniendo miedo de presentarse”.
El surcoreano Chul Soo, de 27 años de edad, dijo recientemente a The New York Times que había estado trabajando ilegalmente en Nueva York, sin licencia de conducir o tarjeta bancaria . Chul Soo encontró pocas pruebas de su presencia a pesar de que llegó a Estados Unidos en 1995. Los solicitantes deben probar que fueron traídos a los Estados Unidos antes de los 16 años, que han estado aquí de forma continua durante los últimos cinco años, que tienen actualmente menos de 31 años y que se encontraban en el país el 15 de junio –el día que Obama anunció el programa. Los solicitantes también deben demostrar que están en la escuela o se han graduado de la escuela secundaria o recibido un equivalente al certificado GED, o se han dado de baja honorablemente de las fuerzas armadas. Los que hayan cometido un delito grave, o tres delitos menores pueden ser rechazados.
Mientras que muchos jóvenes indocumentados han vivido en la clandestinidad y no han podido llevar un registro detallado de su presencia continua en el país, otros, como Tume, han organizado sus vidas con precisión, casi a semejanza de los ciudadanos o residentes permanentes. Después de llegar con su familia en julio del 2000, Tume asistió como estudiante a las escuelas públicas locales, primero a la primaria Zora Neale Hurston, luego a W.R. Thomas Middle, Riviera Middle y finalmente se graduó de la secundaria Southwest High en el 2010. Después empezó a tomar cursos en el recinto Kendall del Miami Dade College, donde inicialmente estudio empresas y administración. Actualmente estudia producción cinematográfica. Solicitó acción diferida bajo el programa DACA el 17 de agosto, dos días después de que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) comenzó a aceptar solicitudes. El 1ro de octubre USCIS le notificó por correo que había sido aprobado. “Me dio una gran alegría”, dijo Tume, recordando el momento en que recibió la notificación. “Afortunadamente, después de 12 años de paciencia, ahora puedo encontrar un trabajo mejor pagado”.