Más de una quincena de las 30 ciudades europeas con más contaminación del aire están en Italia, un país que también tiene serios problemas con sus residuos urbanos, que aumentan más rápidamente que su Producto Interior Bruto (PIB), según la OCDE.
En un estudio sobre la situación medioambiental de Italia publicado hoy, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) también alertó del envejecimiento de las infraestructuras de gestión del agua, de la contaminación de muchos acuíferos subterráneos, que además son objeto de una explotación excesiva. La organización puso el acento en que unos 15.000 vertederos repartidos por todo el país, "muchos de ellos ilegales" están contaminando la tierra.
Los autores del informe, señalan, entre otros problemas las incoherencias entre las autoridades nacionales y las regionales y los vacíos en su actividad, así como las disparidades que se dan entre el norte y el sur. A modo de ejemplo aludieron a que el sur concentra más áreas de conservación natural, pero sus municipios cuentan con menos estructuras para el tratamiento de residuos y sus ríos están más contaminados con fósforo y nitratos. Para hacer frente a esa situación, la OCDE recomendó un "reforzamiento de la coherencia y de la gobernanza de las políticas medioambientales" para garantizar los objetivos económicos y sociales a escala nacional.
A ese respecto, apostó por que Italia desarrolle "una estrategia de crecimiento verde que beneficie tanto al medio ambiente como a la economía". Y aunque reconoció que el Gobierno ha tomado medidas como el incremento de los impuestos sobre el carburante (de forma que están entre los más altos de Europa) o ha incentivado la eficiencia energética, insistió en que hay que ir más lejos. En concreto, propuso medidas como la reducción de las exenciones fiscales para el diesel de los camiones, la instauración de una tasa sobre las emisiones de dióxido de carbono o la liberación de fondos públicos para financiar los transportes públicos.