La Paz 19 de Mayo de 2024, 17:12
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"Extrema derecha" en Bolivia prepara atentados para atribuirlos al MAS de acuerdo al periódico inglés The Morning Star
Entre los blancos de los atentados estarían los hoteles que alojarían a los observadores internacionales de las elecciones generales
Periódico inglés The Morning Star publicó en su edición del viernes que la “extrema derecha” en Bolivia prepara atentados terroristas para atribuirlos al Movimiento Al Socialismo (MAS) e impedir su victoria electoral. El diario cita, sin dar detalles, informes recibidos desde Bolivia.
Los “grupos violentos están ligados a oficiales del Ejército en retiro y actividad y proyectan atentados de ‘banda falsa’ para atribuirlos al MAS y usarlos como pretexto para anular los comicios del 18 de octubre”. Citando documentos recibidos desde Bolivia, The Morning Star cita que entre los blancos de los atentados estarían los hoteles que alojarían a los observadores internacionales de las elecciones generales.
“Los conjurados llevan un mes reuniendo información sobre los accesos que usarían para colocar explosivos en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, y dejar falsas evidencias de que los autores fueron militantes del MAS”, publicó el diario sin citar fuentes. El objetivo es desatar una violencia terrorista, “crear una demanda masiva para la suspensión o anulación de las elecciones con el fin de lograr otra postergación de los comicios, aplazados ya dos veces”.
En septiembre, el candidato a la presidencia por el MAS, el exministro de Economía Luis Arce, informó que le preocupa un eventual fraude electoral en contra del MAS y de su candidatura.
Y ayer, el dirigente y candidato a senador del MAS Andrónico Rodríguez y el dirigente minero Orlando Gutiérrez coincidieron en advertir que el pueblo recuperará el poder en las calles, en caso de que se presenten irregularidades en las elecciones.
En medio de estos anuncios, la presidenta del Estado, Jeanine Áñez dijo hoy que “si los violentos provocan, como provocaron en noviembre y como provocaron en agosto va a tener su consecuencia, así que mejor respeten la democracia”.
Entre tanto Evo Morales advierte de posibles hechos violentos para impedir las próximas elecciones en Bolivia y llama a la comunidad internacional a monitorear la situación.
“Son muy preocupantes las informaciones sobre la organización de situaciones de violencia para impedir que se realicen las elecciones en Bolivia”, ha escrito este sábado Morales en su cuenta de Twitter.
Sus declaraciones hacen referencia a una publicación del diario británico The Morning Star que en la víspera había divulgado que grupos violentos vinculados a paramilitares de la extrema derecha boliviana preparaban atentados terroristas para atribuirlos al Movimiento al Socialismo (MAS), e impedir su victoria electoral.
The Morning Star, que citó documentos recibidos desde Bolivia, señaló que entre los blancos de los atentados estarían los hoteles donde se alojarán los observadores internacionales de las elecciones generales.
“Ellos proyectan atentados de bandera falsa para atribuirlos al MAS y usarlos como pretexto para anular los comicios del 18 de octubre próximo”, reflejó el reporte.
Desde Argentina donde está como refugiado político tras el golpe de Estado de 2019, el líder indígena llamó a la comunidad internacional a monitorear estas alertas y al pueblo a no caer en provocaciones.
La presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez, que enfrenta una ola de críticas por su gestión en diversos asuntos, entre ellos la propagación del nuevo coronavirus causante de la COVID-19, advirtió el viernes que no permitiría el retorno del “populismo autoritario” al poder, en alusión al MAS.
Según varios sondeos realizados, el aspirante a la Presidencia de Bolivia por el MAS, Luis Arce, con 44,4 % de los votos válidos, saca ventaja a su rival más próximo Carlos Mesa (34,0 %) y se perfila como el favorito para ganar las elecciones, incluso en primera vuelta.
Además, el gobierno de facto de Áñez ha abierto una serie de investigaciones contra Arce por presunto desvío de activos durante su paso por varias instituciones públicas del Gobierno de Morales, en un intento para impedir su candidatura en los comicios.
